Comienza el otoño y con él la temporada de las variedades micológicas, un mundo fascinante de hongos y setas. Estas ofrecen una amplia gama de sabores, texturas y usos culinarios. En esta entrada, exploraremos tres variedades de hongos ampliamente conocidos: los níscalos, los champiñones y las setas de ostras, y destacaremos sus diferencias y características únicas.
Variedades micológicas más populares
- Níscalos
Los níscalos, son hongos que se caracterizan por su sombrero de color naranja o marrón anaranjado. Estos hongos son comestibles y altamente valorados por su sabor suave y ligeramente dulce, lo que los convierte en un manjar en la cocina. Los níscalos son frecuentes en bosques de coníferas y se pueden encontrar en muchas partes del mundo. La temporada de níscalos se extiende de septiembre a noviembre.
- Champiñones
Los champiñones, son una de las variedades de hongos comestibles más populares y ampliamente utilizadas en la cocina. Se caracterizan por sus sombreros de forma convexa y color blanco o marrón claro. Los champiñones tienen un sabor suave y terroso que los hace versátiles en una amplia variedad de platos, desde pizzas hasta guisos. A menudo se cultivan comercialmente y se pueden encontrar frescos en la mayoría de los supermercados.
- Setas de Ostras
Las setas de ostras, son hongos con sombreros en forma de ostra. Se presentan en varios colores, incluyendo blanco, gris y marrón. Esta variedad se desarrolla en árboles o madera en descomposición. Estas setas tienen una textura suave y un sabor delicado, a veces descrito como ligeramente anisado. Son ideales para saltear, asar o usar en platos de pasta y risotto.
Estas tres variedades micológicas, los níscalos, los champiñones y las setas de ostras, ofrecen una amplia gama de sabores y texturas en la cocina.
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