La fresa es uno de los frutos rojos más consumidos por la población. La podemos encontrar durante todo el año en los supermercados y fruterías, aunque lo ideal es consumirla durante las estaciones de primavera y verano. Entre los meses de febrero y junio, la fresa se convierte en la superfruta de temporada, ¿quieres saber por qué? Te lo contamos más abajo.
Beneficios de la fresa como superfruta de temporada
Este alimento saludable y accesible a cualquier bolsillo, triunfa no solo por su sabor, sino también por sus múltiples propiedades medicinales. Recientes estudios han demostrado que el consumo de estas frutas ayuda a mejorar la salud tanto en niños como en adultos. Entre los beneficios que aporta el consumo de fresas están:
- Las fresas contienen minerales como el potasio, el calcio y el fósforo, componentes que ayudan a reducir el colesterol en sangre, así como el riesgo de sufrir hipertensión. Del mismo modo, previene enfermedades cardiovasculares y mejora la salud cardiometabólica.
- Sus beneficios también son visibles, ya que sus componentes cuidan la piel, la vista y la salud de nuestro cabello.
- Posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias gracias a las antocianinas que contienen. Estos pigmentos también facilitan la eliminación del ácido úrico, ayudando a prevenir enfermedades como la gota, las piedras en la vesícula y alteraciones hepáticas.
- Son una gran fuente de vitamina C (incluso más que la naranja) y refuerza nuestro sistema inmunológico.
- Su alto contenido en fibra ayuda a la digestión. Es una fruta muy recomendada para las personas que sufren de estreñimiento.
Con todos los beneficios que aporta la fresa no es de extrañar que los expertos en nutrición la consideren como un «alimento medicina». Eso sí, como con cualquier alimento, es recomendable controlar su consumo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que una ingesta diaria de 60 g es la cantidad ideal para dotar a nuestro organismo de todas las propiedades de esta superfruta y gozar de una salud de hierro.